Ahorrar espacio, entregas eficientes y determinar la decisión de compra son algunas de las cualidades de los materiales usados para empacar los productos. Su valor radica en las ventajas que ofrece tanto para la logística como para la sostenibilidad de los negocios.
Veamos algunas razones.
En la cadena de suministro, se emplean distintos materiales para envolver y proteger la mercancía durante todo el proceso logístico. Desde que sale de la fábrica, este evita que el producto sea contaminado o sufra algún daño físico. Así podrá conservar sus cualidades, disminuir las averías y aumentar su vida útil en la góndola.
Durante la fase logística de distribución, los materiales usados para empacar la mercancía son esenciales en tres aspectos fundamentales: el ahorro en costos de bodegaje, en transporte y como reducción de huella de carbono.
Cuando llega al punto de venta, un buen diseño ayuda a que el consumidor tenga una idea más clara del producto. Por ejemplo, para el retail existe una solución llamada Shelf Ready Packaging, que además de contener el producto sirve como exhibidor.
Ante el consumidor final, es determinante para ofrecer una buena experiencia. Si el producto no cuenta con la calidad esperada, los esfuerzos de logística en las etapas anteriores fueron en vano y la imagen de marca puede verse afectada.
Un correcto diseño del material con el cual se empaca el producto permite optimizar la cantidad de cajas por pallet lo cual impacta positivamente los costos de transporte y la generación de huella de carbono.
También, las empresas pueden usar sus empaques que promuevan la sostenibilidad ambiental. De esta manera, el consumidor estará agradecido con ellas y las favorecerá comprando.
Así lo demuestra una encuesta realizada por Two Sides (2021). En ella, el 42 % de las personas en el Reino Unido están dispuestas a evitar aquellos comercios que no usen materiales reciclables en el empaque. En EE.UU. esa cifra es del 32 % y en Brasil aumenta hasta el 58 %.
En este mismo sondeo, se les pidió a los participantes evaluar su material favorito empleado para empacar sus productos. Los ganadores fueron el papel y el cartón por sus atributos a favor de la naturaleza.
Lograr que la mercancía esté en el lugar correcto y en el tiempo justo es un reto para los responsables de logística. No importa si se trata de un comercio pequeño o de una organización multinacional, el objetivo es el mismo.
Por eso, de acuerdo a Pelikane (2021), los obstáculos a los que la mayoría de los negocios se enfrentan son:
Sin una planeación detallada o análisis inadecuados, puedes desperdiciar materiales. Por ejemplo, si la ruta de reparto no es la óptima, se invertirá más tiempo y esfuerzo. Además, la inversión estimada del combustible se elevará.
Son varias las empresas que intervienen durante todo el proceso de logística. Para que puedan operar de manera coordinada, es necesario contar con una comunicación constante y clara. Esto ayudará a corregir problemas como inventarios inexactos o entregas a la dirección incorrecta.
Hacer más a menor costo es la base del crecimiento. Algunas acciones que puedes llevar a cabo son automatizar procesos, invertir en tecnología, emplear materiales y empaques que generen más eficiencias.
Ya sea un retraso en la entrega o recibir mercancía dañada, son situaciones que afectan negativamente la imagen del cliente. Por eso, de inicio a fin, cumple con tu promesa de valor.
Ante estos incidentes en el proceso de logística, contar con el empaque adecuado puede ayudarte a enfrentarlos. He aquí algunas recomendaciones:
Para determinar el tipo de empaque requerido, se deben considerar las variables involucradas en la cadena logística. Desde el tipo de producto, su tamaño, los requerimientos de la cadena de suministro, las dimensiones del transporte y hasta las medidas del lineal. Esto te ayudará a aprovechar cada espacio. Así, reducirás costos, su manipulación será más ágil y en el punto de venta, tu producto lucirá mejor.
El empaque es tu carta de presentación ante el consumidor. En consecuencia, recuerda que debe ser atractivo para él. Puedes lograrlo usando materiales reciclables que benefician al medio ambiente y con un diseño que garantice la integridad del producto y genere una buena experiencia en desempaque (unboxing).
¿Cómo seleccionar el proveedor de empaque? Evalúa el nivel de experiencia y respaldo que te ofrece el fabricante. También revisa que aplique procesos sostenibles en su proceso de fabricación al igual que materias primas amigables con el medio ambiente.
La sostenibilidad, más que una tendencia, se ha convertido en una ventaja competitiva. En un estudio realizado por IBM, los consumidores prefieren marcas preocupadas en generar un impacto positivo en la sociedad y medio ambiente. El documento titulado "2020 Global Consumer Survey" (2020), encontró que el 70 % de los encuestados está dispuesto a pagar hasta un 35 % adicional por este tipo de productos.
Cada vez son más las compañías que incorporan a sus objetivos de negocio el rediseño de sus empaques, los cuales incluyen:
- Reducir el consumo de materiales de un solo uso y el desperdicio.
- Aumentar la recolección y la circularidad de sus procesos.
- Reducir la huella de carbono.
El cartón es un ejemplo de un empaque que cumple las condiciones anteriores: cuida los recursos naturales, es reciclable y proviene de fuentes sostenibles.
Se fabrica a partir de la celulosa que se extrae de los árboles. E incluso algunos incluyen cierta cantidad de productos reciclados (papel y el mismo cartón). Por lo tanto, está hecho de materiales renovables cuyo impacto es mínimo o nulo en el medio ambiente.
Una de sus mejores cualidades es que puede reutilizarse varias veces después de su uso principal. De esta manera se pueden crear nuevos materiales y evita convertirse en desperdicio.
Además, el cartón es biodegradable. Es decir, puede descomponerse en un periodo corto de tiempo por la acción de microorganismos. Más o menos requiere de un año para lograrlo (Plantavida.org, 2020). Las bacterias y los hongos son los encargados de realizar esta transformación. A través de este proceso se pueden obtener nutrientes, dióxido de carbono, agua, etc. Al estar hecho a base de celulosa, en ambientes húmedos el proceso puede acelerarse considerablemente. Contrasta con otros materiales empleados en la logística como el plástico o vidrio, los cuales tardan 150 años y 4 mil, respectivamente.
Se puede decir que el cartón rompe el esquema tradicional de “tomar, hacer y desechar”. Y lo reemplaza por una visión más sostenible de reducir, reutilizar y reciclar.
En resumen, además de proteger al producto, el empaque optimiza los procesos. También, puede contribuir a generar ahorros en costos de almacenaje, transporte y de averías y optimizar la cadena logística.
Si a esto le agregas ser sostenible, la experiencia del cliente será más placentera. Estarás compartiendo su preocupación por ser amigable con el planeta y contribuirás a reducir la huella de carbono.